Arantxa Marenya

Creo que no hay una manera buena o mala de relacionarnos con nosotras mismas y con las otras, pero sí que hay maneras que nos ayudan a conectar, a respetarnos, a tratarnos con empatía, con dignidad y con más conciencia y para conseguirlo necesitamos información,formación, conciencia de necesidades y desarrollo personal.

Soy madre de Arnau y de Lluc, formadora en Comunicación NoViolenta y coach de familia, especializada en acompañamiento y comunicación conscientes y en formación continuada.

Estamos ante un cambio de paradigma en la manera de relacionarnos. Queremos hacerlo de otro modo, no nos sentimos a gusto con ciertos automatismos y vemos que a veces aquello que decimos no ayuda a resolver ni a entendernos.

Nos enfadamos, nos desbordamos, decimos sí cuando queríamos decir no, nos cuesta empezar conversaciones difíciles y es que nos da miedo que el otro se enfade y total, no es para tanto, hacemos peticiones poco exitosas y nos vemos pidiéndole a nuestra pareja la misma historia desde hace 10 años y no, no pasa.

Nos cuesta conectar con aquello que sentimos y necesitamos y es que no tenemos conciencia de necesidades y claro, si no sé qué necesito, ¿cómo lo puedo nutrir?

Nos tomamos aquello que dicen los otros de manera personal, juzgamos, nos cuesta salir del bien y el mal y no, no nos sienta bien, muchas veces pensamos que tiene que haber otra manera de comunicarnos, de estar en el mundo.

Y es que no tenemos referentes. Estamos inmersas en una comunicación que no ayuda a conectar; queremos salirnos con la nuestra, ver quien tiene la razón, no sabemos escuchar, oímos pero no escuchamos y vamos faltísimas de escucha y de empatía y es que nadie nos ha enseñado.

Y se puede, podemos hacer el cambio. Para empezar tenemos que querer y saber que no es un camino corto pero que puede ser gustoso.

Para hacer este cambio necesitamos información, personas a nuestro alrededor que también quieran hacer este cambio, para sentirnos acompañadas; necesitamos apagar el ruido de fuera porque la sociedad nos continúa insistiendo en normalizar algunos tipos de violencia; necesitamos autocuidado y necesitamos desarrollo y revisión personal.

Y esto es lo que te quiero ofrecer con mis talleres y formaciones.

Información, recursos, herramientas, otras personas que están donde tú estás, un ratito de autocuidado porque los talleres los disfrutamos y muchas preguntas y ejercicios para tu revisión personal.

Y es desde mi experiencia como madre, como acompañante de adolescentes y desde mi formación (educación viva y acompañamiento emocional, asesora de crianza consciente, Comunicación NoViolenta, coach de familia y facilitadora certificada en Cómo Hablar a los Niños y Adolescentes) que quiero compartir con el mundo que otra mirada y otra manera de relacionarnos, con más conciencia, respeto y empatía, una manera que nos cuide a todas, es posible.